Representas al preso, quien ha confiado en que tu experiencia profesional puede ayudarlo.
Tu primera entrevista en prisión será de conocimiento mutuo, a menos que forme parte de tu cartera de clientes permanentes.
En esa entrevista es importante dejar claro que tu relación profesional no es con la familia o los amigos, sino con el cliente, quien tiene el problema que intentarás solucionar.
A menos que te autorice, por escrito a compartir información con terceros, los que deberá individualizar. Si es otro el que paga los servicios, ese es su rol, no le da derecho a consultarte detalles.
Ni la esposa, ni la pareja, ni los hijos ni los parientes tienen per se el derecho a saberlo todo.
¿Porqué debes ser celoso en la administración de información?
La razón más importante es el secreto profesional, aquella relación exclusiva y excluyente, en la cual el flujo de información entre abogado y cliente está protegida de todos los oídos indiscretos.
En segundo lugar en numerosas ocasiones, el cliente te va a confidenciar información que no quiere compartir con sus cercanos. “Si, yo fui el autor, pero no quiero que lo sepa mi familia”, “Claro, tengo una testigo cuya identidad no quiero que sea conocida”, “Si, hay otros posibles delitos que podrían ser objeto de persecución penal, pero quiero que la información sea reservada”
La lista de razones, es tan variada como la realidad.
En la etapa previa, la forma más razonable de trabajar, es aquella en la cual cobras un fee por revisar la investigación y dar tu opinión profesional al cliente. Muchas veces es el baño de realidad que lo sitúa en la exacta posición y entidad de su problema.
El cliente despierta del “sueño” psicológico provocado por la evasión y todas aquellas formas de sobrevivencia que lo alejan de la realidad.
Incluso en esta etapa, donde los cercanos están expectantes, si no estás autorizado, no debes revelarles el diagnóstico. Y si estás autorizado, el detalle será distinto al entregado al imputado, con el cual, a veces pasarás un par de horas explicando, analizando y proyectando.
Y dile las cosas como son. Si el asunto es grave, que lo escuche de su abogado, otros seguramente estarán dispuestos a decirle lo que quiere oir. No formes parte de la larga lista de profesionales que minimizan los hechos, con tal de quedarse con el cliente.