En el sistema adversarial acusatorio, es fundamental contar con buenas pruebas que apoyen la teoría del caso. Hay múltiples ocasiones en que necesitaremos un buen perito, que exponga al tribunal en relación a algún aspecto relevante en materia psicológica, médica, química o similares.
Son las discusiones que se ganan en función del conocimiento científicamente afianzado. ¿Había o no residuos nitrados en las manos del acusado? ¿Las heridas fueron necesariamente mortales? ¿La víctima de delito sexual dice la verdad? ¿La firma es auténtica? ¿El conductor iba a exceso de velocidad?
- El perito debe tener la capacidad de convencer al tribunal, demostrando que posee todos los conocimientos necesarios para probar el punto. Su experiencia en la materia, es fundamental para el objetivo trazado.
- Debe tener entrenamiento en destrezas de litigación, porque va a ser objeto de examen y contra examen. Así, la capacidad de expresión es muy relevante, como el manejo de las emociones.
- Al mismo tiempo, sus capacidades de comunicación se prueban no sólo en el Tribunal, sino que también con quien le encarga el trabajo, porque el litigante debe saber interpretar el peritaje para hacer un trabajo eficaz en juicio.
- Es importante que el perito esté al día en los conocimientos propios de su ciencia o arte, de tal forma que no sea sorprendido en el contra examen o mediante otro peritaje presentado por la contra parte, que demuestre conocimiento obsoleto.
- Es deseable la capacidad de trabajo en equipo. Va a integrarse con personas que no tienen su experiencia que probablemente usan otros métodos de trabajo. Es clave la adaptación para manejar lenguajes y actitudes comunes.
Tenga siempre en cuenta que el trabajo del perito es esencial para la teoría del caso, y su credibilidad está en directa relación con los estándares éticos, de conocimiento y de comportamiento que pueda exhibir.