No defiendo el examen de grado como única opción válida para obtener la Licenciatura.
No comparto aquel discurso: «es que yo lo pasé y la verdad me sirvió mucho y despues que lo apruebas te das cuenta que es importante y me sirvió y soy otro y vi la luz y hoy soy mejor persona …y…» (resoplidos)
A mí no me cambió un ápice.
Pero al mismo tiempo creo que tampoco podemos llegar al límite en el cual algún día irás al supermercado y en el paquete de cereales, en vez de la figurita de Star Wars, vendrá el certificado de Licenciatura en Derecho.
Las dificultades del examen de grado
En mi opinión la más complicada de todas, es que exige memoria. Algún profesor te pedirá que repitas lo que dice el artículo 2525 ter del Código Civil de memoria. Si alguien con egos tan especiales lee esta frase, sé perfectamente que ese artículo no existe. Guarde su bullying.
¿Por qué te exigen memoria? Hay una tradición exegética, que ve con buenos ojos que el abogado sea como un libro con extensiones, que denominamos extremidades, cabeza, brazos, pies, etc. A diferencia del sistema anglosajón, donde los problemas se resuelven a través de precedentes, acá es primero «la normita», como nos decía un querido profesor.
Y en la multiplicidad legislativa, por supuesto que la lista de instituciones apoyadas en normas es larguísima, entonces veamos si te familiarizaste con derecho civil, derecho procesal y un tercer ramo. Entonces, el temario es tan largo como las normas que apoyan a las instituciones.
Y de esa forma, el examen de grado es un ejercicio de memoria.
Hay varias otras dificultades, pero en mi opinión ese es el problema central. En los comentarios puede anotar las que usted ve y hacemos la conversación.
Pero también hay otras dificultades de origen
El razonamiento en Derecho es esencialmente lógico, pero han quitado las clases de filosofía en la Enseñanza Media.
Debes leer mucho, dicen que los jóvenes actuales no leen: corrección, no han tenido profesores que les hayan ofrecido textos atractivos. Creo que «La vida es sueño», no es precisamente una invitación a la lectura. Si no tienes hábito de lectura, es dificil que tengas comprensión de lectura.
Por supuesto que es importante la historia, pero con énfasis en los procesos que han determinado el régimen de libertades. Y por supuesto si no conoces la historia de tu país, es difícil que luego comprendas la evolución de las instituciones legales y políticas.
Esas dos cuestiones son muy relevantes, dentro del paulatino deterioro del sistema educacional. Y recibes alumnos con formaciones muy disímiles. Algunos bien preparados, otros con muchas carencias.
Y por supuesto las habilidades necesarias son otras
En mi opinión el objetivo del pregrado, en resumen, es formar profesionales capaces de resolver problemas. El magister es un grado profesionalizante que tiende a la especialización de quien ya sabe resolver problemas. El doctorado te orienta a la investigación.
Por lo tanto si reducimos las habiliades a una mera cuestión de memoria, no vamos a tener abogados que sepan resolver problemas.
Fallamos en el pregrado, cuando no enseñamos capacidad de síntesis, pensamiento lógico, que el alumno sepa identificar y solucionar el problema. Ningún cliente va a ir a la oficina y le va a preguntar: «Buenos días, mi consulta es qué dice el artículo 1500 del Código Civil». El relato será un conjunto de hechos a veces confusos, donde el profesional deberá despejar la paja del trigo y proponer algo coherente.
El alumno debe aprender a hacer la entrevista.
También es relevante que el alumno aprenda a buscar información útil, consultar las bases de datos, que duermen el sueño de los justos y justifica que algunas universidades piensen tres veces antes de contratar nuevas bases de datos.
Pero el examen de grado no mide todas las habilidades
En apenas 45 o 50 minutosmás o menos, puesto frente a la comisión, el alumno debe demostrar que conoce las instituciones. Para ese ejercicio, debe estudiar varios meses, bajo mucha presión que chorrea a la familia, a los amigos y hasta a la mascota.
En algunos hogares, la vida se paraliza porque el hijo está estudiando para el examen de grado. Eso no puede ser sano.
Es un hecho cierto que dependiendo de la universidad donde estudies, las exigencias son muy disímiles. Los temarios no son todos iguales. Y aun cuando tengas el título de la universidad reconocida por el Estado, el perfil profesional también es diferente.
Me he ido decantando por un sistema, donde el alumno, rinda examenes que tenga por objeto demostrar sus habilidades para trabajar como abogado. Pienso en una entidad independiente, con evaluaciones iguales para todos. Que certifique tales aptitudes y de paso otras meramente profesionales, en distintos momentos posteriores.
Que el examen te habilite para ejercer como abogado, pero si quieres ser litigante por ejemplo, necesites algo así como una licencia de certificación.
En Chile, la Corte Suprema entrega el título, cuando acreditas que eres licenciado en Derecho. También pasas por una extraña forma de trabajo gratuito para el Estado, que de paso sirve instrumentalmente para el acceso a la justicia.
Con un sistema independiente e igualitario, quizá borraríamos de un plumazo, también, varias de las injusticias que se denuncian por los examinados. Pero ojo, cualquier sistema debiera evitar por todos los medios, que la obtención del título se parezca a una visita al supermercado, donde el título venga en un paquete de cereales.