La Corte Suprema de Justicia, es el primer organismo del Estado que se ha reunido en un proceso de reflexión para realizar propuestas concretas al Proceso Constituyente en Curso. En la jornada virtual de dos días, se debatieron cuestiones relacionadas especialmente con las funciones que le deberían corresponder en la nueva institucionalidad. La idea es entregar a un organismo autónomo, externo y profesional, todas aquellas cuestiones administrativas y al mismo tiempo el nombramiento y lo disciplinario de los jueces.
Desde las Jornadas de Reflexión de Chillán en 2014, que viene debatiéndose el rol que corresponde a los tribunales de justicia y la forma de gobierno del Poder Judicial. Si hay algo en lo que todos los estamentos parecen estar de acuerdo, es en la necesidad de mantener privativamente sólo las funciones jurisdiccionales. Basta revisar las Tablas de Pleno de las Cortes, para comprobar que se discuten innumerables cuestiones administrativas, con el desgaste que ello significa en tiempo y recursos.
Sin duda que los aspectos más sensibles del nuevo diseño, tienen que ver con la calidad técnica y la independencia política de los futuros organismos administrativos. Es posible que en el nombramiento de los jueces, se deba revisar la forma y participación de otros poderes del Estado, para evitar procesos de nombramiento en que son determinantes las opiniones de los jueces en cuestiones contingentes, más allá de la calidad técnica de las decisiones. En todo caso la Jornada de Reflexión habla muy bien de la responsabilidad republicana con que el Poder Judicial ha asumido el proceso constituyente.
La judicialización de la pandemia
En medio de la crisis sanitaria causada por el COVID-19, continúan las detenciones de personas que transgreden las normas dictadas por la autoridad. Según Carabineros de Chile, solo en Santiago se detuvo a 696 personas contagiadas, en la última semana. Por cierto, respecto de ellos el artículo 398 del Código Penal es claro, en cuanto a que esos casos superan cualquier duda respecto del peligro concreto que dicha conducta ha causado a la salud pública.
Por otra parte, el peor problema para los contagios, dice relación con las aglomeraciones que se han verificado en los grandes centros comerciales. En Concepción debieron cerrarse transitoriamente el Mall del Centro y el Mall Plaza del Trébol. Además la SEREMI de Salud instruyó sumarios sanitarios contra tres galerías de Concepción y el Espacio Marina de Talcahuano. En Santiago, el Mall Costanera Center fue objeto de un sumario sanitario por aglomeración. Por cierto que la ciudadanía no aprende que conductas de riesgo como las descritas, sólo pueden detonar una crisis sanitaria de proporciones.
En otra arista judicial, en Concepción fue condenado un hombre que simulando ser el representante legal de una empresa de seguridad, vendía permisos únicos colectivos durante la cuarentena. En un procedimiento abreviado, la sentencia aplicada fue de cuatro años de libertad vigilada por usurpación de identidad, declaración jurada falsa y uso de instrumento público falso. Sin duda que se trata de un caso que pone el acento en la persecución de delitos distintos a los que atentan contra la salud.
Con una noticia buena y otra mala, terminamos un año 2020 para el olvido. A redoblar los cuidados y esperemos que el próximo traiga realidades más venturosas para nuestro país.