La primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos, fue establecida en 1791. Consagró la libertad de expresión y la libertad de prensa. Veamos la aplicación en la Corte Suprema y las Cortes de Distrito.
- En junio de 1989, la Corte Suprema declaró que no es delito quemar la bandera de Estados Unidos en una manifestación pacífica. El acto está protegido por la libertad de expresión.
- Luego, en junio de 2017, la Corte Suprema anuló una ley de Carolina del Norte . Se impedía el ingreso a redes sociales, de personas condenadas por abusos sexuales.
- A continuación, en julio de 2017, la Corte Suprema declaró que el Departamento de Recursos Naturales de Missouri debía entregar fondos a una Iglesia Luterana. Así se protege la libertad religiosa.
- Durante mayo de 2018, una Juez de Distrito de Estados Unidos en Manhattan dictaminó que Donald Trump no podía bloquear en Twitter a sus detractores en base al discurso político.
- Recién en noviembre de 2020, la Corte Suprema dictaminó que el Estado de Nueva York no puede limitar los servicios religiosos, en función de controlar la pandemia causada por el COVID-19.
Por otra parte, recordemos que en Francia, el Semanario Charlie Hebdo fue objeto de un brutal ataque, en represalia por haber publicado caricaturas de Mahoma.
El hecho ocurrido el 07 de enero de 2015, dejó 12 víctimas y varios heridos. La reacción de publicaciones de todo el mundo, reivindicaba el derecho a la libertad de expresión, y abrió un profundo debate en torno a los límites.
El semanario, recientemente volvió a publicar las caricaturas.
Chile y la libertad de expresión
En nuestro país, se asegura a todas las personas la libertad de emitir opinión y de informar, sin censura previa, en cualquier forma y por cualquier medio.
En nuestra historia reciente hay algunas historias que merecen ser contadas.
- Durante Abril de 1999, fue incautado «El libro negro de la justicia chilena», una investigación de seis años, realizada por la periodista Alejandra Matus. La autora debió huir de Chile y asilarse en Estados Unidos. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, declaró el 24 de octubre de 2005, que la periodista fue objeto de censura y por ende la prohibición era un atentado a la libertad de expresión. El libro se vendía en fotocopias, en la calle, durante la prohibición.
- En 1988, un grupo de católicos recurrió a los tribunales con el objeto de impedir la exhibición pública de «La ultima tentación de Cristo». La Corte Suprema prohibió que se proyectara en las salas de cine el film de Nikos Kazantzakis, protagonizado por Daniel Defoe. En febrero del año 2001, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, declaró que el acto violaba la libertad de expresión. La película se vendía en cds, en la calle durante la prohibición.
Ambos episodios, forman parte de la historia del desarrollo de la libertad de expresión en Chile. Pero recientemente ocurrió otro caso, que en general ha pasado desapercibido.
El proyecto que castigaba el negacionismo
En el año 2017, se presentó en el Congreso un proyecto de Ley que tipifica el delito de negacionismo. Se castigaba con penas que van desde los 541 días a los 3 años, y multa de 40 a 60 UTM, a quienes negaren las violaciones de derechos humanos cometidas entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1990.
La norma fue aprobada en la Cámara de Diputados el 22 de septiembre de 2020, por 75 votos a favor, 66 en contra y 6 abstenciones. Un grupo de Diputados llevó el caso al Tribunal Constitucional, quien declaró el pasado 05 de noviembre que la norma es inconstitucional.
La Corte dijo que el artículo debió ser aprobado por quórum calificado y no por quórum simple, por ser un proyecto que toca el concepto de la libertad de expresión contemplado en la Constitución. Además señaló por voto de mayoría que el proyecto es inconstitucional, en cuanto vulnera la libertad de expresión.
El escritor británico George Orwell dijo que la libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oir. Si a ello añadimos la natural curiosidad que el ser humano tiene por lo censurado, probablemente todo tipo de prohibición a la libertad de expresión sea un ejercicio perfectamente inútil.